¡Que acaba el cuento de nunca acabar!

Vos y yo somos "el cuento de la buena pipa", "el cuento de nunca acabar". "En todos estos tradicionales cuentos comienzan unos relatos que parecen ser prometedores y que acaban siendo repetitivos, interminables y aburridos. Cuentos en lo que no se cuenta nada y que se agotan en sí mismos como recurso expresivo. La razón por la que se usa este modismo es para aludir a un asunto cuya solución no parece tener fin por una serie indefinida de demoras en cuanto a su conclusión definitiva", define un blog en Internet. ¿Que si quiero que me cuentes el cuento de la buena pipa? No, por favor. Otra vez sopa no, te lo pido. Mejor corto por lo sano, ¿pero qué es cortar por lo sano? Cortar no suena sano. “Suena sano”, qué cacofonía.

Somos lo que no somos.

Somos mucho.

Somos nada.

Mucho y nada.

Pero mucho.

Mucha nada.

Somos lo mejor.

Somos lo peor.

Fuimos vivencia. Fuimos inocencia. Fuimos muchas cosas. ¿Qué no fuimos? ¿Y hoy qué somos? ¿Somos algo? ¿Qué? ¿Qué somos? Nada. Un montón de nada. Pero mucho. Mucho, mucho. Muchísimo.

Se me estruja el corazón, siento que no va más. ¿...Alguna vez fue?

Que acabe el cuento junto al año. Que una fuerza mayor ponga un punto final, porque yo no puedo, yo no quiero. ¿Punto final? ¿No es mucho? ¿Tan pronto?

Si casi que ni comenzó. No podés invitarme a volar, y de repente largarme en el medio.

Menos después de que fui testigo de lo que te pasó aquella vez, de lo que me dijiste.

Cuántas cosas me dijiste, incluso cuando las palabras estaban de más, cuando no hacía falta decir nada, cuando no podíamos decir nada. Nada… ¿Todo o nada? ¿Qué elegís? ¿Nada? Nada es más fácil. Elijamos nada, es la salida más fácil. Creemos que no elegimos, pero lo hacemos. No eligiendo, elegimos. Elegimos no intentar. Y eso a vos te gusta. A vos te gusta no intentar. A vos no te gusta pensar. A mí sí. A mí me encanta hacerme la cabeza, porque soy mina, y alguna vez una amiga me dijo que las minas somos forras. Y yo soy mina, y soy forra. Y boluda. A veces. Pero vos sos más boludo, todos lo sabemos. Vos lo sabés. Lo dijiste. Sos un boludo. Un boludo querible.

¿Será posible un 2012 sin vos? Sin vos físicamente, sin vos en el aire, sin vos en el subte, sin vos en mi cabeza, sin que nadie te nombre. Lo dudo. Siempre vas a estar, siempre. Qué pesado. No te banco. Pero te quiero. Te quiero porque sos vos. Y que seas vos es excusa para tantas cosas, que ya odio que seas vos.

Me voy con el nuevo, que es lindo. Es lindo y no es vos. No sos él. Él no es como vos. Me voy con él. Y con el próximo nuevo. Y el próximo próximo nuevo. Ojalá no abra mis ojos nunca, porque va a doler, y no quiero que duela. No quiero que me duelas. Vos mejor no los abras, porque te vas a querer matar. No literalmente hablando, pero… te vas a dar cuenta que fuiste un boludo. Aunque ya lo sabés, pero te vas a dar más cuenta aún. Te vas a dar cuenta que avanzas cinco pasos y retrocedés cien. Eso hacés. Eso sos vos.

Yo te voy a querer siempre. No porque te lo merezcas, sino por quien fuiste. Lo que fuiste. Por eso te voy a querer siempre. Por eso y porque te quiero. Te quiero.

Te quiero.

Pero más me quiero a mí.

Que seas la persona más feliz del mundo.

Rockeala, sabés cómo hacerlo.

Flor.

30 de diciembre, 2011