Una charla con cualquiera de mis amigas, con mi prima, con mis perras, terminan siempre en vos. Qué fastidio. No te banco. Hay veces que, por Dios, ¡no te banco! Pero... Quiero cruzarte, hablarte, mirarte, morir de amor, de emoción, o de tanta exageración, por qué no. Morir por un ratito y caer redonda al piso.
¿Y si te veo? Mirá si te cruzo. Me muero, ¿qué hago? Te salto encima y no te suelto más. O pongo cara de shock por cinco segundos y después rompo mi tensión con un tímido y descolocado "hola... ¿Qué hacés?, con una sonrisa de oreja a oreja, imposible de disimular. IMPOSIBLE.
Flori
03 de mayo, 2010
jajajaja linda!!
ResponderEliminar