El otro día me pasó algo muy loco...
Todo un grupo de amigos estábamos haciendo manualidades con un fin que no viene al caso... Algunos estaban en grupo, otros solos, otros de a dos...
En fin, yo estaba en mi casa, a mil, haciendo esto que les cuento... Y antes de todo esto, alguien que quiero mucho me escribe y me pide asistencia. Como no podía contactarla y no sabía bien en qué había quedado todo, pensé "Hago lo que se requiera para asistirla". Y terminé haciendo una de estas manulidades para ella; mejor dicho: para su papá, ya que el fin era entregársela a él.
Loco... Porque al verme haciendo, con todo el amor posible, esta manualidad que les cuento para su papá, supe que jamás podría hacérsela al mío... No en esta vida al menos. Y así, sin querer, con el corazón en la mano y dando desinteresadamente, recibí mucho. No sólo la sonrisa y el agradecimiento de esta persona que les cuento -y de su papá- sino la gratificación inmensurable de estar haciéndolo también para el mío, para mi papá... Porque al fin y al cabo, esta manulidad llevaba esa palabra: "PAPÁ". No decía qué papá. No había nombre alguno. Lo escribí así, a secas: "PAPÁ". "Papá: Te elijo.", decía... DICE.
Como dijo esta persona: no dejen de pedir asistencia nunca, porque uno puede estar perdiéndose no sólo de recibir la asistencia solicitada y necesaria, sino de estar dándole mucho, y sin saberlo, a ese otro.
Y con situaciones, momentos así... Me doy cuenta de que nada es imposible, de que quienes se van, nunca se van... Quedan en nuestra memoria, en el Recuerdo, en nuestros corazones... Siempre. Y que sí se puede seguir compartiendo con ellos...
Gracias, Angie, por el momento loco, mágico, inspirador y lleno de AMOR que pasé al hacer la manota grande para tu papá. Me encantó...
Soss grosaaa me encantaa como escribirrr dan ganasss de leerte realemnte!!!
ResponderEliminarFlorcita me emociono mucho leerte. Estoy llorando como una pava en la oficina. Te quiero mucho mucho! Gracias por ser tan tierna.
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