- Caprichito extreme. Capricho fuerte, eh.
- Berrinchito a morir. Fuerte. Sí.
- Enojo. Como me dijo un amigo: me enojo y soy más mala que Rambo 1, 2, 3 y 4! Feo.
- Bronca.
- Ganas de golpear.
- Ganas de matar.
- Ganas de romper cosas.
- Muerdo el celular (Sí, real). Bueno, ¿vos sos muy normal? Sorry!
- Angustia. Angustia jodida.
- Opresión en el pecho. ¿Cuántas cosas más vas a acumular, Florencia?
- Me la C-A-G-O. Todas. TODAS, eh. ¿Me salió una mal? Ah, entonces... Que salgan todas mal!
- NO me elijo. Ni un segundo seguido.
- ME ODIO. Fuerte. Mucho.
- Ella quiere látigo, dice noséquétema de reggaeton. Me castigo sin parar.
- Siguiendo con lo anterior, NO me perdono. ¿Perdonarme? ¿Yo? ¿A quién? ¿A mí? ¿Eh?
- ¿Me va a hacer bien enfocarme en el trabajo y hacerlo? Ah, entonces no lo hago! Me va a hacer bien tomarme un helado? Ah, ehmm... Ahí te la negocio! Tan boluda no soy, qué te pensás?
- Me como toda la heladera. Te puedo empezar por una chocolatada con tostadas, seguir con unos palitos salados, tomar un vaso bien frío de Pepsi, comer cereales (todo non-stop. Seguidito).
- Me cieeeeeerrrrrrrrroooooooooooooooooooooo. "Pero. Pero. Pero. Pero." Me hablás, te oigo, PERO NO TE ESCUCHO. Tomo, tomo, tomo, tomo. Tomadora mode on. Horrible.
- "No puedo". Pobrecita yo. ¡Qué hambre!
- PIERDO EL TIEMPO.
¿Y si lo dejo de perder...?
¿Cómo sería?
Brillante, no? Intuyo que algo así:
Como te quiero!!!!! SANTI
ResponderEliminar